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Nuestra historia
Nuestra historia se inicia en el año 1927 con el sueño de un inmigrante portugués, dispuesto a salir adelante. Nacido en la localidad de Algarve en 1908, arribó a la zona de Barracas en 1912. Su nombre era Don Tomás Viegas.

Don Tomás comenzó como chofer en la empresa de su cuñado, Manuel Machadinho (M&M) con un sueño latente, una visión clara de futuro y mucho esfuerzo. En 1937 aproximadamente logró comenzar a trabajar para la empresa Elaboradora Argentina de Cereales, que luego pasó a manos de la compañía americana The Quaker Oats Company (Compañía de Avena Quaker).

Allí alcanzó con esfuerzo, honradez y responsabilidad, que dicha compañía le extendiese un préstamo para comprar su primer camión, en ese entonces un Chevrolet ’46, y así emprendió su labor de forma independiente y con exclusividad para la firma. De esta manera comenzó a convertirse en realidad el sueño de Don Tomás.

Luego de algunos años y con sus hijos ya grandes, Don Tomás logra adquirir dos camiones más (uno para cada uno de sus hijos) y así, sin más la familia se hizo parte activa de su sueño, la empresa de la familia.

También Doña Delfina Gómez (esposa de Don Tomás) atendía y administraba una forrajería; para esta época ya establecidos en la localidad lanucense de Remedios de Escalada.
Nuestro desarrollo también se fue dando a la luz del crecimiento de nuestro único cliente, en ese momento. Fue así que, como la empresa Elaboradora Argentina de Cereales crecía, nosotros lo hacíamos junto a ella.

Así compramos nuestro primer camión Bedford, para satisfacer la demanda de nuestro cliente, y comenzó nuestro perfeccionamiento. Ya en esos años despertábamos el interés a otras empresas como Royal, Flyman, Zapatillas Panam, la sidrera Reino de Castilla y otras.

De este modo, con mucha voluntad y compromiso fuimos adquiriendo otras unidades como los camiones Dodge 600 y 800, razón por la cual en el año 1972 se formaliza la empresa como El Portugués consolidándose con un pequeño depósito.

Ya por el año 1976, respaldados por la amplia trayectoria junto a la empresa Quaker, comenzamos a trabajar para Arcor, obteniendo así, la total distribución de sus productos. Aquí cabe una pequeña anécdota. Néstor y Walter (los nietos de Don Tomás, hoy Gerentes de El Portugués S.A.) acompañaban a su abuelo los días sábados para hacer los repartos de Arcor en las bombonerías, y como era de esperarse, los dueños de las mismas llenaban a los chicos de caramelos y chocolates que repartían entre sus amigos.

A estos recuerdos de la infancia se suma la llegada de la tan anhelada niña de la familia, la querida Rosana. ¡Dulces momentos de la niñez! Estos dulces momentos palidecen cuando en 1982, Don Tomás deja un hueco en el corazón de todos, tras su fallecimiento. Es aquí cuando su hijo, Joaquín Hugo Viegas, se hace cargo de los negocios familiares.

Ya para mediados de los ’80 nos avocamos completamente a la empresa Arcor. En el año 1993, dada la demanda de trabajo y tras la adquisición de la fábrica de chocolates Águila por parte de Arcor, Néstor y Walter comienzan su camino como choferes de sus propias unidades, creando un nuevo emprendimiento, como lo fuera el de Don Tomás, pero ahora siendo ellos los protagonistas.

Camino que fuera cortado abruptamente por otra tragedia. En el año 1995, Don Joaquín fallece y esta vez son sus hijos quienes continúan con la actividad. Pero aquí es necesario hacer un paréntesis fundacional, Doña Delfina, que como un soldado tras cada ausencia siguió portando la bandera familiar. Ella, quien hoy lleva vividos más de 90 años, continúa colmando de absoluto cariño y apoyo incondicional a sus nietos, bisnietos y empleados.

Esta empresa fue sacada adelante por el total compromiso de quienes habían trabajado junto a Don Tomás y a Don Joaquín toda una vida, más los nuevos integrantes de la familia, esposas (Andrea y Laura) y sus hijos (Joaquí, Eve, Tomy, Delf y Agus), y el total apoyo incondicional de las familias Comandatore y Gil. Creemos firmemente que si Dios no hubiera tenido un propósito especial, habría sido imposible seguir adelante, luego de tantas adversidades.

Tambien fue vital la cooperación de los Proveedores, que no dudaron en ayudar a estos jóvenes afirmándolos con su voto de confianza como lo hicieron con su abuelo y su padre. Así se fueron comprando unidades nuevas y ensanchando los horizontes de la empresa.

En el año 2002, más allá de las dificultades, la empresa La Anónima depositó su confianza en nosotros y un proyecto que parecía pequeño se convirtió hoy en un gran emprendimiento, el cual junto a Arcor se trabaja mancomunadamente.

Actualmente contamos con dos depósitos en Paso del Rey, con una capacidad de almacenaje de 800 m2 y 1200 m2, equipados con racks, cámaras de frío, y con proyectos de ampliación a corto plazo. Además, día a día adhieren su confianza a nuestra empresa nuevos Clientes.

Es así como con esfuerzo, dedicación, trayectoria y profesionalismo nos formamos en esta actividad junto a grandes empresas que forjaron la Industria Argentina, llegando a ser hoy El Portugués Logística y Distribución S.A.

Por último un detalle no menor, durante estos más de 80 años de trayectoria, el nombre y la identificación de la empresa fue cambiando. Hoy el logotipo de la empresa tiene una flecha que apunta siempre al frente. Esta flecha es una distinción de nuestros ideales y los de la familia Viegas, porque pase lo que pase (adversidades, crisis financieras, etc.) el compromiso, la honradez, la palabra y el profesionalismo nos llevarán adelante siempre.